Creo que todo comenzó, hay sucesos que son premonitorios, cuando a Albert Einstein me lo encontré en el parque. Apareció veloz, atravesando el seto de cipreses en una vieja bicicleta negra. Al pasar por mi lado toco el timbre y se quito el gorro de lana que llevaba zampado hasta las orejas. Giro por detras de la fuente y lo vi alejarse como un funambulo; volvio a traspasar el seto y desapareció.
Me quede mirando el seto que se movia tembloroso y antes de parpadear tres veces de nuevo apareció por entre el ramaje verde y oloroso. Llegó hasta mi lado y derrapando bruscamente se bajo decidido dejando caer la bici en la hierba. Me zampo su gorro de lana en mi cabeza y me dijo:
-Me llamo Albert einstein ¿Podrias decirme donde demonios me encuentro?
sábado, 11 de abril de 2009
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Quiero mandarte un comentario pero no sé cómo enviártelo.
ResponderEliminarBueno, por fin. Es la cuarta vez que lo intento, pero a la quinta va la vencida o a la sexta...
ResponderEliminarEstoy muy contento de conocer tu blog; empero explícame el título. Y el vídeo qué. Espero que no me dejes en ascuas y sigas con tu relato. Es una gran alegría. Da recuerdos a las joyas de tu casa. Un abrazo.