martes, 19 de mayo de 2009

Dos recetas a tener en cuenta

Si me preguntáis que tiene que ver la película Tijeretazos (Postriziny 1981) y un arroz de caldero del Mar Menor, os contestaría que nada y todo. Al pisar el avión suelo checo y aún con las manos sudorosas del aterrizaje lo primero que vi fueron las alpacas de paja cilíndricas de los campos segados que rodean el aeropuerto de Praga, paradigma de una cerveza ya hecha y almacenada y al probar la cerveza checa por primera vez pensé en lo bien que casaría con un Caldero del Mar menor. Que puedo seguir diciendo, pues, que todo amante de la cerveza debería ver esta película y que todo amante de la comida debería comer al menos una vez al año Caldero del Mar Menor.
La película esta basada en un libro de Bohumil Hrabal con el mismo titulo que la película, aunque en España el libro se ha publicado con el titulo “Personajes en un paisaje de infancia”, Destinolibro 383, y dirigida por Jiri Menzel y protagonizada por una maravillosa Magda Vasaryova.
Para el Caldero del Mar Menor necesitaremos para cuatro personas: 400 gr. de arroz de Calasparra, 1 kgr. De mújol, 2 ñoras, 1 tomate maduro, 2 dientes de ajo, 1 ramica de perejil, 1 tacica de aceite de oliva, sal y caldo de pescado (elaborado con morralla, gallina, mujol, gallineta...)
La sensual Maryska, en una mano, un trozo de cerdo frito pinchado en un tenedor, en la otra, una jarra de cerveza (una buena lager checa), mirada al trasluz de la ventana antes de bebérsela, fuera, la torre de la iglesia al fondo, los ciruelos en flor y el canario cantando en su jaula, maravilloso, que queréis que os diga...
Comenzamos friendo las ñoras y se apartan, y en el mismo aceite se fríen las cabezas del pescado y a continuación el tomate.
El peluquero echa a la calle a dos niños a medio pelar por lavarle el pelo a Marysca Yo, que hubiera hecho yo...
En un mortero se machacan el perejil, los ajos y las ñoras fritas. Se hierve la morralla añadiéndole el contenido del mortero.
Marysca se sube a lo alto de la chimenea de la cervecería y vosotros, no lo dudo, correríais a rescatarla igual que los bomberos del pueblo.
A continuación colaremos el caldo y herviremos en este el kilo de mujol ya limpio durante 15 minutos, este pescado se reservara para servirlo después. En este caldo cocemos el arroz.
Marysca, que va cortando por donde pasa, corta ahora las patas de la mesa, su falda y su larga melena y pasea por el pueblo en su bicicleta, luciendo su peinado a lo Josephine Baker.
Si gusta, el arroz lo serviremos con salsa alioli.
Marysca, Marysca… Una vez que hayas visto a Marysca beber cerveza estas… ¡Estas perdido!

2 comentarios:

  1. Me he reído mucho con la estructura. Y confirmo tus creencias: yo también pienso que el caldero se debería de comer, tal un acto ritual, una vez al año como mínimo. Sin hablar de los viajes...
    Un saludo,
    nos vemos pronto

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  2. Y para cuando vas a deleitarnos con un caldero del Mar Menor?

    Tendré que ver la película homónima del libro libro de Bohumil Hrabal

    Un saludo compañero.

    Alejandro Díaz

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