viernes, 7 de mayo de 2010

El día que conocí a Holden Caulfield

Yo tuve más suerte que el jorobado bartlebys rastreador de bartlebys. No todos mis familiares han muerto y no tengo joroba, aunque si algún que otro trauma. Por lo demás, soy feliz a ratos, aunque cuando me dejo mi mujer pase siete días para morirme. Yo bebo toda la cerveza que puedo, me gusta el té y el café y de vez en cuando me lío algún cigarro y lo disfruto. Pero como les decía, yo tuve más suerte que el jorobado, porque yo a quien vi, en un autobús por la Quinta Avenida de Nueva York, no fue a Jerome David Salinger, sino al mismísimo Holden Caulfield. Y estoy seguro de que era él. Llevaba a su hermana cogida de la mano, estaban sentados en la última fila, no paraban de conversar y se reían, se reían continuamente.

4 comentarios:

  1. Sí que eres un tipo afortunado. Yo sólo tengo una foto con Maradona.

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  2. Tuvo que ser un gran encuentro. Al imaginármelo te veo a ti también sonriendo desde tu asiento en el autobús mientras ellos hablan y rien, mientras atravesais Manhattan.
    Un abrazo.
    Antonio (El del taller, jeje)

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  3. Yo también lo busqué. Pero no tuve tanta suerte.

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  4. Yo lo conocí también, hace mucho. Primero, me hizo llorar. Después, me pegó un bofetón en la cara y dijo "levántate y ríe"... y así estoy hasta hoy.

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