miércoles, 9 de junio de 2010

Hay dos cosas que me dan envidia de los perros

Aunque no quiero que me laman, ni que me muerdan, hay dos cosas, entre otras, que me dan envidia de los perros, aunque ellos se mueran antes. Una, que pueden masticar los huesos hasta triturarlos, y otra, que cuando de niño, por la tarde, recién comido, me iba a la escuela, el perro de mi abuela se quedaba tomando el sol en la puerta del estanco. Cuando pasaba por su lado levantaba la cabeza un poco con pesadumbre, me miraba levemente y dejándola caer seguía dormitando. Yo, pesaroso, con verdadera envidia, doblaba la esquina y tomaba la Calle de los Pasos hacia el colegio.

8 comentarios:

  1. Pesaroso por la Calle de los Pasos... Casi escucho cómo arrastras los pies camino de la escuela.

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  2. Un poco "perro" estaba este perro al no reaccionar al paso de tu persona.
    No le tengas envidia, el solo dormitaba y soñaba, soñaba y soñaba... NO vivia.
    Si pudiera escoger, me quedaba contigo.
    Besos

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  3. Hay días que me da envidia que los perros se mueran antes.

    Mentira, mentira. Sólo que la frase me pareció chula.

    Eres un verdadero perro de las letras.

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  4. A mí me da envidia que los perros nunca se sacien, ni de comida ni de sexo.

    No sé si ese rasgo de su comportamiento tiene que ver con que ellos mueran antes o que nosotros vivamos más para compensar el déficit de una existencia más comedida y plagada de intervalos de recuperación (no precisamente tumbados al sol, añadiríra).

    Por otro lado, ellos no saben leer, ni tus entradas ni los comentarios que aquí encuentro, así que me quedo con este acto humano de existir en continencia que me ha tocado en suerte.

    Un abrazo.

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  5. Para que añadas a tu lista de cosas a envidiar de los perros:

    "...desconocedor feliz de la muerte, un perro..."

    Los perros tienen la habilidad de encontrar siempre el sitio más grato de la casa, según sea invierno o verano.

    Un abrazo.
    P.D. Lo de tu gusto por masticar los huesos me deja intrigado.

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  6. Es lo que tú decías Thornton ¿Verdad o felicidad? Los perros eligieron lo segundo o no le dieron a elegir. Los animales no fueron expulsados del Paraíso. A los perros no les gustan las manzanas. ¡Ay!, El Árbol de la Ciencia de los cojo…
    También es cierto que los perros se pierden el placer de quitarle la hoja de parra a una Eva, o a un Adán, según el caso.

    Cuando te comes una costillica a la brasa bien hecha, yo solo puedo emular a los perros con el huesecico tierno.

    Un abrazo de un dudoso.

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  7. Gracias y un abrazo al resto de más o menos dudosos.

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  8. Te debo un paseo más detenido por aquí. Espero poder en breve, llevo una temporada ralentizada. Gracias por tu visita (que espero ya no sea tan silenciosa) por mis paisajes. De entrada, compartimos el gusto por "Reterono a Brideshead" (hice una entrada en mi blog hace algún tiempo: días de vino y fresas).

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