jueves, 17 de junio de 2010

MARILYN

Era una soleada casa blanca con un espacioso jardín sin perro. El seto de brezo era bajo y solo tuve que dar un disimulado salto y me encontré dentro de la residencia de los Miller.
Ella estaba sentada en un banco abrazada a sus rodillas leyendo ensimismada.
–Hola. –me dijo cuando la interrumpí en su lectura del Ulysses de James Joyce.
–¿Me quieres? –le dije yo nervioso.

12 comentarios:

  1. ¡Qué bonito, Jesús!
    Lo contaré en alguna entrada próxima pero te lo anticipo. Estoy convencido de que el "Ulises" que lee Marilyn en las fotos de Eve Arnold no se trataba de un elemento de atrezo. Ella quería leer aquellos libros que le decían o escuchaba que eran interesantes, o mejor, importantes. Quería cultivarse, acomplejada sin duda porque sólo veían en ella un símbolo sexual con la cabeza hueca.
    Un abrazo.

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  2. Estoy seguro que te dijo que sí, Jesus.
    Un abrazo.

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  3. No es tan fácil escribir lo que a simple vista puede parecerlo.

    Felicidades de nuevo.

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  4. El estrecho de Miller le daba a leer esos libros para que se pasara el día tratando de entenderlos y no le molestara.
    Por eso cuando te vio, dejó la lectura y se desabotonó un botón de la blusa.
    Un abrazo, con mucha envidia.

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  5. Moviendo suavemente su mentón, te mostró un signo afirmativo y con un susurro sensual añadió:¿por qué has tardado tanto?

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  6. Es delicioso, dan ganas de chillar que si no te quiere pa´mi como decía la tía de Gila...

    Saludos y Felicidades :)

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  7. Muy romántico...hubiera sido suficiente decir: "te veo leer en ese banco" (es que tan pocos parecen ver). Ay Jesús...que me voy a mi último dia con los alu con una sonrisa. ¿Podrías escribir lo que ella hubiera podido estar pensando?...

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  8. Jesús, sencillo ese pespunte entre tres mitos. Qué fácil cosía mi abuela. Tú lo bordas en esta sugerencia.

    Salud.
    Perich

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  9. Una hermosa mujer, y encima leyendo el Ulysses... yo no habría sabido decir nada, me habría quedado pasmado ante tamañas bellezas. Fuiste valiente, Jesús.

    Un saludo. Me quedo un rato entre tus textos, ¿te parece?

    Jorge Andreu

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  10. Una joyita, Jesús.

    (Perdón por no pasarme con frecuencia. Trabajo. y fuera de casa. Volveré.)

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  11. He soñado algunas veces con algo parecido, pero había perro.
    Un abrazo.

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  12. ¿Quién no quiere a Marilyn? ¿Quién no ansía proteger el desconsuelo? ¿Quien puede escaparse de la ternura?
    Había mucho amor en ella, y mucha necesidad de amor, así que te tuvo que responder afirmativamente.
    Un saludo afectuoso, Jesús, y me quedo por aquí.

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