sábado, 31 de julio de 2010

El hijo del carnicero

                                                                    A Mademoiselle Hélène Daville

Cuando un día le pregunte a mi abuelo por el hijo del carnicero, me dijo:
-El hijo del carnicero ya era tonto antes de que la maquina de picar carne le arrancara el brazo.
El hijo del carnicero vivía en una casa que parecía un castillo, que solo le faltaba el foso. Tenía una tapia que la rodeaba por todos lados.
Su madre siempre andaba tendiendo ropa y hablando en voz alta para nadie. Su padre siempre andaba cagándose en la puta y escupiendo en el suelo.
El hijo del carnicero debe andar ya por los cincuenta y tantos y sin embargo parece un niño. Ahora esta solo.
Por las tardes, cuando bajo a la biblioteca, paso por su calle. Siempre me lo encuentro sentado en lo alto del muro.
Pero hay que andarse con mucho cuidado porque el muy cabrón a la más minima te escalabra con una piedra suelta de su muralla.
Una vez lo vi caerse desde arriba, cuando apedreaba a alguien que no era yo. Al hacer el impulso para lanzar su rabia termino desequilibrándose y cayó al suelo empedrado como un saco de manzanas.
Entonces, con la boca ensangrentada y sin quejarse lo más mínimo, lo vi entretenerse en matar hormigas con su único dedo índice. Una tras otra.

9 comentarios:

  1. Yo conozco a otros hijos de ese mismo carnicero. Pero éstos, cuando se caen del muro, te echan la culpa por haberte movido...

    Buen remate de julio.

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  2. Juraría que dejé un comentario ayer, diciendo que me dabas mucha envidia, no porque quisiera escalabrarte el hijo del carnicero sino por como lo contabas tú. Las descripciones del padre y la madre son totales :)

    Besos, Jesús

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  3. Jesus, en Bullas, mi pueblo, tenemos otro carnicero, Juan de Dios se llama el hombre, y la verdad es que es todo un ejecutor divino de cabezas de pollo y cordero lechar. Recuerdo que cuando era pequeño lo veia tras el mostrador con el delantal lleno de sangre y siempre me regalaba un trozo de salchicha de pellizco... Supongo que era el cargo de conciencia...
    Feliz verano amigo, nos vemos en septiembre.
    Un abrazo
    Antonio

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  4. Me encantó el relato, Jesús: qué espléndido remate.
    Un abrazo.

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  5. Tod@s tenemos un hijo de carnicero en nuestro pueblo. Solo es necesario que sepamos como comportarnos ante sus actitudes.
    Un abrazo

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  6. Certero y descarnado tu relato.
    Un retrato magistral de ese hijo del carnicero.
    Un compendio resumido de la rabia de existir, del rencor que no se sacia.
    Sin concesiones, Jesús. Muy bueno.
    Abrazos.

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  7. Has conseguido que vuelva a meterle mano a mi dialoguito. Por hoy, vaya y pase, pero primera y última vez, ¿eh?

    Sí, mejor cosmogonía, porque hace referencia a relatos míticos, más que a ciencia, o a partes de la ciencia.

    Cosmogonía me parece una palabra inventada por Borges.

    Estás en todo.

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  8. Espero no caerme nunca como un saco de manzanas, pero si eso llegara a suceder alguna vez, me gustaría que al menos fuera cerca de un hormiguero.

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