domingo, 12 de diciembre de 2010

Alegría

No me gusta cruzar los pasos de peatones con el semáforo en rojo, y aunque las calles estén desiertas, siempre aguanto en el borde de la acera, hasta que el hombrecillo verde se enciende, entonces me decido a cruzar.
Bueno, lo que yo quería decirles, es que cuando atravesé la calle, en un trocito de jardín con césped, había dos chicas jugando al voleibol, sin red ni nada. Estaban frente a frente, como a unos cuatro metros de separación y cuando hacían una jugada más o menos larga, se aplaudían la una a la otra con mucho entusiasmo. La verdad, es que daba alegría verlas.
Luego, me dirigí hacia el río, y por el Puente Nuevo, aunque es de 1903, pasé al otro lado de la ciudad.

12 comentarios:

  1. No tantas veces como sería menester pero la alegría es contagiosa. Hay días que uno desearía pillar una infección de esas. Y pensar que basta tan poca cosa...
    Un abrazo.

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  2. Espero que al otro lado de la ciudad también estuviera la alegría y que te haya aplaudido a ti con mucho entusiasmo al reconocerse en la que tu llevabas puesta. Un beso, Jesús. Alegre. :)

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  3. ¿Sin red ni nada... de nada?

    Así también me espero yo en el semáforo unos cuantos ciclos, para después cruzarme la ciudad tan contento, o incluso darme un bañito debajo del puente antes de que a alguien se le ocurra cambiarle el nombre.

    Bravo, Jesús. Las chicas te aplaudían a ti, y yo también.

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  4. Cada vez tengo más claro que la alegría surge de las pequeñas cosas, como ese paseo que nos describes. Son sensaciones cotidianas difíciles de expresar y que nos ponen de buen humor.

    Por cierto, hace unos diez días que tuve que hacer unas gestiones en la zona y di un paseo delicioso por los alrededores del Puente Viejo. Una auténtica gozada que me llenó de alegría el día.

    Besos alegres y a ver si algún día se encuentran nuestros pasos.

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  5. Ha entrado mi mujer en la habitación mientras leía tu entrada. ¿Por qué sonríes?, me ha dicho. Eso es alegría.

    Muchas gracias Jesús, me voy contento a la cama.

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  6. Escribamos sin red y con chicas jugando.

    Eres más y más bueno cada vez.
    Abrazo grande.

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  7. Para mí eso es la felicidad: esos raros momentos en los que misteriosamente uno siente que todo encaja, inclusive lo que no parece que debiera. Y a veces justamente porque encaja lo que no parece que debiera. Me ha pasado de sentirlo aun en las situaciones más inverosímiles.

    Un abrazo, Jesús.

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  8. Recompensa recibida por cumplir la circulación en el paso de peatones.
    ¿Existen los ángeles o es que sabes encontrar las “alegrías” visuales?
    Un abrazo

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  9. Alegria de la huerta por ser buen chico al respetar el semaforo en rojo.
    Sigue así de formal y las imagenes de la ciudad te premiarán.
    Un besote

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  10. Alegría es las pequeñas cosas de la vida bien hechas, como respetar el semaforo en rojo y que la vida fluya bien.

    Saludos,

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  11. ¿de vacaciones? vuelve, ya está la luz verde

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  12. Ya en el invierno. El verano fue corto. ¡A escribir, coño!

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