Cuando el leñador supo que ya no volvería a ver a sus hijos, que ya no saldria jamas de aquel bosque oscuro, grito:
-¡Luna tragame!
Y la luna, ni corta, ni perezosa, se lo trago.
La mejor luna, sin duda, la de un amigo. Leandro Banegas. http://users.spanteladsl.net/~leand/
domingo, 3 de enero de 2010
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Buena portada para una novela,¿no te parece? Un saludo cordial a los dos.
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