viernes, 16 de abril de 2010

Critica descarnada a “Asoma tu adiós” de Roberto Villar Blanco

Blanco, me gusta tu novela. El inicio de tu novela me gusta mucho. No, mejor, el inicio de tu novela me gusta en exceso… Willy, donde quiera que estes, si acaso estas, tu novela me gusta mucho. Mito, la novela de tu padre me gusta.

Willy, podría continuar como Félix Romeo en Amarillo:
Tu libro se llama "Asoma tu adiós".
La cubierta es de color canela.
En la cubierta hay una ilustración de Fernando Zobel.
Reunión familiar.
En la parte inferior de la cubierta aparece impreso en blanco sobre fondo canela el nombre de la editorial: PRE-TEXTOS.


Si yo escribiera tan bien como tu yo podría haber escrito este hermoso libro. (Esto suena cursi. Bueno).

Salir por la ventana es muy digno, para vivir o para morir, salir por la ventana es lo más digno que yo conozco. Mí admirado, ya me gustaría decir amigo, Bohumil Hrabal salio por una ventana. En definitiva salir por la ventana es literariamente perfecto.

El amor, la amenaza de perdida, la perdida de lo que más queremos nos lleva irremediablemente a la letanía. Trasforma nuestro pensamiento en un aspersor que vuelve siempre y siempre al mismo punto de partida hasta volvernos locos.

Blanco, tu novela (o la vida) es un pequeño aspersor en un rincón de un recogido jardín, que riega con palabras, con agua, el tiempo, la hierba y siempre vuelve al principio, para regar con otras palabras, con otra agua, el mismo tiempo, la misma hierba, para que al final nos demos cuenta, o no, que definitivamente estamos solos en esta, bella a veces, jodida vida.

Y nos moriremos, con suerte, antes que nuestros hijos, con la pena de que estaban solos y los dejamos solos.

“La vida es trágica o muy trágica” (W. A.)

Pero, merece la pena vivir, aunque solo sea por la gente que muere pronto, por Wayne Robinson, que cuando cometía una falta personal no levantaba una mano, levantaba las dos, por la Teoria de La Relatividad, por las películas de Woody Allen, de Jiri Menzel o de Eric Rohmer, por las aventuras del bravo soldado Svejk o las novelas de Bohumil Hrabal, por Marilyn y Monica Bellucci, por los cuentos de Sam Shepard, por unas inmensas, perfectas y adorables tetas o por unas mas pequeñas o por unas no tan perfectas, por la siesta y la siesta de Vincent Van Gogh, por ver a Meryl Street pelar una naranja en “Enamorarse”, por el pulpo de “El Agrio”… y por los hijos. Si, por los hijos.

Blanco, gracias por los tres ratos de “Asoma tu adiós”

3 comentarios:

  1. No tengo palabras, Jesús. Te agradezco muchísimo que hayas leído la novela y hayas escrito esta preciosa crítica descarnada.
    Escribes increíblemente bien, así es que puedes escribir libros más hermosos que éste. (Esto suena cursi. Bueno)

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  2. Salgo a buscar a Félix Romeo, y al buen soldado Svejk.

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  3. No conozco el libro por eso no puedo opinar. Gracias Jesús por pasarte por mi espacio. Me alegra que hayas identificado el origen de mi nombre ya que a la gente le suele resultar muy extraño.
    Un placer pasar por aquí.
    Saludos

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